Y Es Feliz
(Ya No Es Feliz Parte I)
Cierra los ojos.
Por
fin lo ha conseguido. Se ha despertado al lado de ella. Anoche, en un arrebato
de pasión y locura, fue capaz de revelarle sus sentimientos. Ella ya los
conocía, pero estaba esperando a que él perdiera su miedo.
Ella
supo esperar pacientemente. Le dio el tiempo que necesitó y que, por suerte, no
tuvo que ser mucho. Le quería mucho. Le quería incluso demasiado. Sabía que
tenía que esperarle. Estaba segura de que él, tarde o temprano le diría lo
mucho que la amaba.
Él
es feliz. Está tumbado junto a ella. La contempla en silencio, admirando su
castaña cabellera, su tez blanca, su perfecta nariz. Le gustan sus ojos y sus
labios. Su cuerpo es increíble y su olor, embriagador. Con ella a su lado
pierde el sentido del tiempo. Sólo le importa ella. Y es feliz.
Abre
los ojos.
Ella
sigue cantando a su lado.
Él
sabe que es lo más cerca de ella que estará jamás.
Pero
le ha gustado soñar despierto.
Cierra
los ojos.
Y
es feliz.
La
ve el día de su boda. Está preciosa con ese inmaculado vestido blanco. No se lo
puede creer. Ambos se van a casar. La ceremonia es perfecta y ella es todavía
más perfecta. La besa cada vez que puede. Le gusta hacerlo. Se sabe observado
por todos los invitados, pero sólo le importa ella. Y es feliz.
Abre
los ojos.
Ella
ha terminado la interpretación.
La
felicita y esta se ruboriza.
Ella
le mira fijamente a los ojos y le da un beso.
Cierra
los ojos.
Se
pellizca y le duele. No es un sueño.
Abre
los ojos. Ella le sonríe y le vuelve a besar.
Cierra
los ojos.
Y es feliz...
José Manuel Romero Cervantes
Saludos de un escritor novel que prometió que, en al menos un cuento, el final sería feliz y nadie moriría...