lunes, 28 de marzo de 2016

Cuentos Inconclusos - Cuento I

Subtítulo De Marqués Emperador

            A golpe de susurro y arrebato sus verdes ojos terminaron por besar mi mirada triste, acabada. Su respiración, lenta, sosegada, compasiva, sonaba a música sibilante. Su piel, reseca por la salinidad de sus lágrimas marinas, obligaba a la admiración. La natural hinchazón de sus labios, que siempre buscaban la última palabra, conseguía ser hipnótica. Su cuerpo, cada vez menos suyo, luchaba sin descanso contra el crepitar de mis dedos. Sus manos, frías y agresivas, combatían esos espasmos, como los de quien se agita enfermizamente sobre el agua porque se cree ahogado al no saber nadar. Sus turgentes pechos que otrora buscaron mis manos y cuyos pezones disfrutaban jugueteando con mi lengua, disfrutaban del embate de aquel subtítulo de Marqués Emperador. Lo surrealista del momento, el éxtasis abnegado, tórrido y sincronizado con la manecilla pequeña del reloj de bolsillo que el subtítulo de Marqués Emperador guardaba celosamente en la más pequeña de las pequeñas aberturas de su pantalón: la bragueta.

            A golpe de susurro y arrebato sus ojos verdes acabaron con mis besos y mis tristes miradas, lentas y sosegadas. Tener que observar el espectáculo tétrico, siniestro y enfermizo acabó por conseguir que mis sosegadas manos lucharan agresivas contra el subtítulo de Marqués Emperador. La manecilla más pequeña, celosa del juego con los tórridos pechos de aquella que me hipnotizaba con la natural hinchazón de sus labios, hizo tragar el reloj de bolsillo a la apertura más grande de las pequeñas aberturas del cuerpo del subtítulo de Marqués Emperador: su culo. La frialdad de los espasmos de mi turgente mente acabó por disfrutar del momento surrealista. A golpe de sincronía de lágrimas salinas acabó por suplicar y rezar como el ahogado que se sabe ahogado por creer saber nadar sin saber.

            A golpe de susurro y arrebato…



José Manuel Romero Cervantes