Ya
No Es Feliz
(Y Es Feliz Parte II)
Su
vida es muy diferente a cómo la planeaba cuando era pequeño. Algunas cosas no
han cambiado en exceso, pero no todo ha salido como debiera.
Sufre
por auténticas tonterías con fácil solución. Disfruta con la soledad y con la
compañía. Con la música y el silencio. Con la vida y con la muerte.
Siente
que carga con un monstruo. Alguien que podría escapar en cualquier momento.
Quizás debería dejarlo salir alguna vez. Así sabría con que personaje quedarse.
Sí.
Así se siente. Como un personaje que interpreta un papel. Que a veces se queda
en blanco. Que a veces se siente al borde del fracaso.
Sabe
que el papel tiene un origen compartido: él lo creó y, a la vez, le fue
impuesto. Conoce sus limitaciones como actor, pero su ambición no le deja
abandonar.
Sí,
quizás es eso lo que debiera hacer. Quizás debiera abandonar. Tal vez debiera
comenzar una nueva vida, pero no de cero. No. Comenzarla desde sus veinte años.
Siente
que no se equivocaría si lo hiciera. Es cierto que le gusta probar cosas nuevas,
pero no cree que vaya a funcionar. Demasiados asuntos pendientes que no se
podrían dejar cerrados.
Sufre.
Entiende que este cambio sería necesario. Pero no lo aplicará. Lo planteará
como un problema de fácil solución: tres opciones, sólo una verdadera.
Su
vida dependerá de cómo se resuelva el dilema. Una de las opciones la ha
descartado él. La otra la descartarán sus padres. Esperemos.
Y,
al final esperó demasiado.
Dejó
salir al monstruo y alguien salió perjudicado.
Todo
fue distinto a como lo había planeado. Todo fue mal.
Dotado
de inteligencia, pero no de planificación. Así es él. Por eso fracasó. Por eso
fracasará. Ya no siente.
Ya
no es feliz.
José Manuel Romero Cervantes
Saludos de un escritor novel que no cree que, al menos hoy, le vayan a conceder el Premio Nobel...