viernes, 2 de abril de 2010

"El Incidente"

     "Como todo el mundo sabe ya, hay rastros de la neurotoxina en algunas plantas y árboles. La mayoría de los ecologistas creen que este fenómeno es como una marea roja en el océano; pero, en lugar de algas que matan peces, ha ocurrido en tierra. Las plantas no pueden moverse al sentirse amenazadas, como otras especies. Sólo les queda una opción: que su química evolucione rápidamente. [...] A mi me parece, y es sólo mi opinión, que no fue más que un preludio. Un aviso, como el primer grano de una alergia. Somos una amenaza para este planeta. No creo que nadie pueda discutir eso. Y esto ha sido un aviso."


     ¿Cómo darles en la boca a Walter Wagner y a Luis Sancho? Bueno, antes de todo, ¿sabéis quiénes son Walter Wagner y Luis Sancho? ¿No?
     Os voy a dar breves reseñas de ambos, puesto que no creo que merezca la pena darle publicidad a aquellos que ponen trabas al progreso. Walter Wagner es un físico estadounidense poco conocido y que participó en algunos proyectos de los años 70 en los que se encontraron algunos rayos cósmicos anómalos y novedosos. Por su parte, Luis Sancho es (tal y como se describe él en una entrevista) "un científico y escritor español del campo de la ciencia de sistemas". Sinceramente y, salvo que tengais ciertos conocimientos en el área de Física (y estamos hablando de una Física muy avanzada), no teneis por qué conocerlos.
     Sin embargo, este par, al igual que el CERN (Consejo Europeo para la Investigación Nuclear), se han decidido por hacer historia.

     Quizás muchos de vosotros no hayáis oido hablar acerca del Gran Colisionador de Hadrones o LHC, un acelerador y colisionador de partículas que se encuentra en el CERN. Otros habréis visto la película "Ángeles Y Demonios" u os habréis leido el libro en el que se basa, por lo cual os sonará el nombre LHC. Y algunos tendréis inquietudes científicas y seguiréis las noticias acerca de este "pequeño" y "barato" aparatito.
     
     Hace sólo algunos días nos enteramos de que, dos años después de su puesta en marcha, el LHC ya es capaz de acelerar y hacer colisionar partículas a 7 TeV (tetraelectronvoltios). Hasta entonces su máximo había estado a 3,5 TeV, y, a partir de ahora, se mantendrá en 7 TeV hasta 2011 si todo va bien, año en el que se pondrá a máximo rendimiento (14 TeV).

     Volvamos a lo de antes. Este par de científicos, Walter Wagner y Luis Sancho, denunciaron, ante un tribunal de Hawái, al CERN y a Estados Unidos porque, según ellos se podrían producir alguno de los siguientes hechos, que desencadenarían el Fin del Mundo:
  1. La formación de un agujero negro estable.
  2. La formación de una materia extraña supermasiva, tan estable como la materia ordinaria.
  3. La formación de monopolos magnéticos que pudieran catalizar el decaimiento del protón.
  4. La activación de la transición a un estado de vacío cuántico.
     Salvo de la formación de los monopolos magnéticos, prevista según la Teoría de la Relatividad, no pudieron demostrar matemáticamente sus teorías.
     ¿Qué significa esto? ¿Qué quiere decir que "no pudieron demostrar matemáticamente sus teorías"? Pues quiere decir que no se puede demostrar matemáticamente que el fin del mundo vaya a llegar con el funcionamiento del LHC.

     Repito lo de antes: ¿cómo se les puede dar en la boca a Walter Wagner y a Luis Sancho? Pues tal y como se ha hecho: no sólo no tenían evidencias matemáticas que respaldaran sus teorías, sino que, además, se conectó el LHC y no pasó nada de lo que dijeron; se puso a funcionar a un cuarto de su capacidad máxima y no pasó nada; y se aumentó su funcionamiento a la mitad de su capacidad máxima y siguió sin pasar nada. Seguramente (y toquemos madera para que no puedan decir aquello de "ya os dijimos lo que pasaría") cuando en 2011 se ponga a su capacidad máxima, tampoco pase nada; aunque también es seguro que, cercano como estará el dia del fin del calendario maya (21 de diciembre de 2012), muchos agoreros dirán que el CERN y sus experimentos con el LHC tendrán la culpa de un supuesto Apocalipsis (y por supuesto no llevaran razón).


     Dejemos trabajar a estos científicos en sus experimentos con el LHC, experimentos que seran beneficiosos en algún sentido para la vida del ser humano y preocupemonos de otras cosas.

     CARPE DIEM: Aprovecha el momento que te ha tocado vivir, no lo malgastes protestando sin evidencias reales (matemáticas preferiblemente).



     Como curiosidad os voy a comentar que toda una eminencia científica como Stephen Hawking apostó 100 dólares a que el Bosón de Higgs o Partícula de Dios (una de las partículas que se busca encontrar con los experimentos del LHC) no existe.
     Aunque yo no voy a apostar, tengo que decir que estoy totalmente de acuerdo con él. Sinceramente creo que el Bosón de Higgs no existe, esto es, que la Partícula de Dios no existe.

Un saludo y recordad: en caso de duda, abogad siempre por el progreso científico...

No hay comentarios:

Publicar un comentario