Era
Tarde, Muy Tarde Cuando…
- Era
tarde, muy tarde cuando…
- ¿Ya
había cenado?
- Sí
hijo, ya había cenado. Empiezo otra vez. Era tarde, muy tarde cuando…
- ¿Y
qué había cenado?
- ¿Cómo
dices?
- ¿Qué
había cenado?
- Eso
no es importante hijo.
- ¿Y
por qué no es importante? Tú siempre dices que lo importante está en los
detalles.
- Vale hijo, llevas razón.
Había cenado… un filete de ternera con patatas fritas y pimientos verdes y
había bebido zumo de naranja. De postre tomó una gelatina de fresa y una
rebanada de sandía.
- ¿Todo
eso para cenar? Debía de estar muy gorda comiendo todo eso…
- ¡Hijo!
Eso no se dice. Además, no estaba gorda porque hacía mucho ejercicio. De hecho,
comía tanto por todo el ejercicio que hacía.
- ¿No
estaba gorda?
- No
hijo. Era bellísima.
- ¿Hablaba
demasiado?
- No
hijo, no.
- ¿Era
alegre?
- Por
supuesto, Billy.
- ¿Y
era inteligente?
- Era
la mujer más inteligente que yo he conocido nunca.
- Entonces,
papá, ¿por qué la mataste?
- Era
tarde, muy tarde cuando…
José Manuel Romero Cervantes
Saludos de un escritor novel que se está achicharrando con la ola de calor...
No hay comentarios:
Publicar un comentario