viernes, 17 de agosto de 2012

Cuento A La Una De La Madrugada - Volumen II


Era Tarde, Muy Tarde Cuando…

- Era tarde, muy tarde cuando…
- ¿Ya había cenado?
- Sí hijo, ya había cenado. Empiezo otra vez. Era tarde, muy tarde cuando…
- ¿Y qué había cenado?
- ¿Cómo dices?
- ¿Qué había cenado?
- Eso no es importante hijo.
- ¿Y por qué no es importante? Tú siempre dices que lo importante está en los detalles.
- Vale hijo, llevas razón. Había cenado… un filete de ternera con patatas fritas y pimientos verdes y había bebido zumo de naranja. De postre tomó una gelatina de fresa y una rebanada de sandía.
- ¿Todo eso para cenar? Debía de estar muy gorda comiendo todo eso…
- ¡Hijo! Eso no se dice. Además, no estaba gorda porque hacía mucho ejercicio. De hecho, comía tanto por todo el ejercicio que hacía.
- ¿No estaba gorda?
- No hijo. Era bellísima.
- ¿Hablaba demasiado?
- No hijo, no.
- ¿Era alegre?
- Por supuesto, Billy.
- ¿Y era inteligente?
- Era la mujer más inteligente que yo he conocido nunca.
- Entonces, papá, ¿por qué la mataste?
- Era tarde, muy tarde cuando…


 José Manuel Romero Cervantes

 


Saludos de un escritor novel que se está achicharrando con la ola de calor...

No hay comentarios:

Publicar un comentario