lunes, 8 de febrero de 2010

"El Silencio De Los Corderos"

          "¿Qué tal, Clarice? ¿Ya han dejado de chillar los corderos?"

Pulsa aquí y escucha mientras lees...

          Capítulo 1 del cuento "La Fecha De Mi Muerte" de José Manuel Romero Cervantes:

La Iglesia
     Hoy es el día más importante de mi vida. Hoy es el día de mi boda. Ella está radiante y feliz. Sé que es la mujer perfecta para mi.
  • ...si no lo hacéis así, habréis pecado, y sabed que vuestro pecado os saldrá al encuentro. Palabra del Señor.-terminaba el sacerdote la lectura que nos había seleccionado para esta ocasión tan especial.
     Intento prestar mucha atención a la ceremonia, pero me es imposible. No puedo dejar de mirar a Lucy. Es tan bella... Sin darme cuenta el Padre Henri ha llegado al momento cumbre:
  • Albert Miller, ¿quieres tomar a Lucy Keane como legítima esposa?
  • Sí, quiero -respondo sin dudarlo un segundo.
  • Y tú, Lucy Keane, ¿quieres tomar a Albert Miller como legítimo esposo?
  • Sí, quiero -contesta Lucy mientras me dirige una dulce mirada.
  • Por el poder que me ha sido concedido por la Iglesia -prosigue el Padre Henri- yo os declaro marido y mujer. Albert, puedes besar a la novia.
     Levanto el velo del vestido de Lucy y ambos nos fundimos en un tierno y apasionado beso. En este momento soy el hombre más feliz del mundo.
     La ceremonia ha terminado y Lucy ya es la señora de Al Miller. Ya es oficialmente mi esposa. Salimos de la iglesia y los invitados nos lanzan arroz. Todo sale a la perfección. Nada podría estropear este día...
     Sólo puedo mirar a Lucy, no me fijo en nadie más... en nadie salvo en aquel hombre. Allá no muy lejos un caballero de unos cincuenta años, castaño y más bien bajito no nos quita ojo. Está observando la escena, pero no interviene, ya que no es un invitado a nuestro alcance. La distancia que nos separa es suficiente como para permitirme distinguir su expresión. Tiene algo que me resulta familiar, y su mirada no me termina de gustar. Tengo un mal presentimiento, pero este día es demasiado feliz y un simple presentimiento no podrá estropearlo...




Saludos desde un lugar que no os daré tiempo a localizar...

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