martes, 30 de marzo de 2010

"Muerte Entre Las Flores"

     "¿Qué...? ¿Qué vas a sacar con mi muerte? No es lógico. No... No puedes matarme sin más. Pero... es que... ¿te has vuelto loco? No tiene sentido. ¿Tomy? No, Tomy. No, Tomy. No, Tomy, no. (sollozos) Mira en tu corazón... Mira en tu corazón."
     "¿Qué corazón?"


Capítulo 9 (último) del cuento "La Fecha De Mi Muerte" de José Manuel Romero Cervantes:

Sonrío Y Camino
     Escrito queda todo aquello que me sucedió. He de decir en mi favor que me arrepiento de todas las atrocidades que cometo en este relato y de aquellas que cometí en el presidio. Aún así mantengo que, salvo en el asesinato de Lucy, obré en cada momento tal y cómo me dictaba la cabeza. Tal y cómo estaba predestinado.
     Con mis últimos alientos, derramados en estas blancas hojas, espero haber conseguido ayudarte a no actuar nunca como yo. A cuidad y a escuchar y comprender a la esposa y a no darse jamás al vicio de la bebida, que tanto nos corroe por dentro. Y recuerda lo siguiente: en una pluma se puede encontrar el camino hacia los sueños sin despertar.
     Supongo que no sabrás a qué me refiero con la frase que acabas de leer, pero has de saber que, conforme he ido escribiendo, me he ido envenenando a propósito con la tinta de la pluma. Hoy es 12 de agosto de 2012. Esta fecha no estaba elegida ni por mí ni por un jurado. Esta es la fecha en la que quiero morir. Aunque esté en el corredor de la muerte, en prisión, siento que soy libre para tomar esta decisión.
     Ahora noto el efecto del veneno. Mis párpados pesan y caen lentamente, a pesar de mis esfuerzos para que no lo hagan. Me siento cansado. Siento que me voy...
     Esta dama negra de ojos verdes, la Muerte, no se apiada de mi. Cierro los ojos...

     Los abro de nuevo. Lucy me espera. Sonrío y camino, pues ya no estoy sólo en esta agridulce oscuridad...
Requiescat In Pace





"Desde el momento en que naces, estás condenado a muerte..."




Saludos desde el viento fresco de mi terraza...

lunes, 29 de marzo de 2010

"Sin Miedo A Nada"

     "Me muero por suplicarte que no te vayas, mi vida. Me muero por escucharte decir las cosas que nunca digas, mas me callo y te marchas. Mantengo la esperanza de ser capaz, algún día, de no esconder las heridas que me duelen al pensar que te voy queriendo cada día un poco más."

     Lo ideal para leer el capítulo de esta entrada es escuchar esta canción mientras: Moonlight Sonata (1st Movement).

Capítulo 8 del cuento "La Fecha De Mi Muerte" de José Manuel Romero Cervantes:

La Cruda Realidad
     ...Lucy está a mi lado. Enciendo la luz. Está cubierta de sangre. En el cuello tiene una raja bastante grande. Las muñecas también están cortadas. A mi lado, sobre la mesita de noche, está el cuchillo. No puede ser. Creo que la he matado. Intento recordar...
     Recuerdo que, después de comer, Lucy y yo discutimos porque ella quería aceptar un puesto que le habían ofrecido en el CERN y nos tendríamos que trasladar a Suiza, cosa a la que, por supuesto, me negué. No iba a dejar mi casa nunca, y mucho menos ahora que ya estabamos asentados. Recuerdo también que me fui de casa. A un bar. Bebí ron y vodka sin parar. No recuerdo cuanto bebí, pero, por el dolor de cabeza que tengo, supongo que mucho. Creo que el bar donde estuve fue el de James Willett. Recuerdo que mi vecino, Leo Laurie, fue quien me acompaño a casa.
     Recuerdo que Lucy me esperaba despierta y, al llegar discutimos de nuevo, en el dormitorio. Recuerdo que fui hacia la cocina y cogí el cuchillo. Lucy se había dormido cuando subí. Me fui hacia ella y le hice un profundo corte en el cuello, de manera que no pudiera gritar. Luego le corté las muñecas, y supongo que después dejé el cuchillo sobre la cómoda y me dormí.
     Ahora lo recuerdo todo.
     Grito. 
     Grito muy fuerte.
     Lucy, por segunda vez en una noche escapas de mi...
     
     Un año más tarde se celebraría un juicio en el que se me condenaría por asesinato. Mis actos me otorgaron la condena más dura: muerte por inyección letal. Me acuerdo de laas palabras del portavoz del jurado como si las acabara de oir por primera vez. Fueron estas:
  • El jurado, tras las deliberaciones pertinentes, ha decidido que Albert Miller es culpable de los cargos que se le imputan. La condena que este jurado recomienda para este asesino es la muerte por inyección letal. 
      La condena deberá llevarse a cabo el día 21 de diciembre de 2012, justo cuatro años, dos meses y cinco días después de haber cometido el crimen. Sin embargo, no dejaré que me mate la justicia. No dejaré que un jurado decida el día de mi muerte, pues no sé como puede vivir alguien que conoce esta fecha...



Saludos con mialgia diferida (agujetas)...

jueves, 25 de marzo de 2010

"Los Hombres Que Miraban Fijamente A Las Cabras"

     "Querían que le parara el corazón a una cabra. Pero ¿qué me había hecho esa pobre cabra? Aquello iba totalmente en contra del código Jedi. Sólo iba a fingir que lo intentaba para que vieran que no funcionaba y se olvidaran del asunto, pero entonces, al sentarme allí, sentí una fuerza dentro de mi que no podía detener. En algún lugar en mi interior, una parte oscura de mi quería saber si era capaz de hacerlo. [Ostia puta.] Y lo hice. Utilicé mis poderes para hacer el mal y la maldición cayó sobre nosotros. Es como ese poema en el que un tipo mata a una gaviota y le obligan a llevarla colgada del cuello. Todas las noches soñaba con esa cabra, cómo abría y cerraba la boca sin emitir un sólo sonido."

Capítulo 7 del cuento "La Fecha De Mi Muerte" de José Manuel Romero Cervantes:

El Funeral
     Me siento en primera fila. Hace dos días maté a Lucy. La dormí con cloroformo, le corté las venas y la metí en la bañera. Ninguna huella. Parecía un auténtico suicidio. Creo que no voy a superar nunca lo que he hecho, la quería demasiado.
     En este momento me vienen a la cabeza datos sueltos. Imágenes de nuestra boda, de nuestra luna de miel, de nuestra primera cena en la casa nueva. Acabábamos de decidirnos a tener nuestro primer hijo. Ya teníamos hasta el nombre decidido: Tobin.
     Ella estaba a punto de publicar su septimo libro sobre física y estaba segura de que éste la consagraría como la mejor física del momento. Ambos lo creiamos así. Además jozabamos de una relación inmejorable, como no puede ser menos, ya que éramos dos recién casados.
     Una frase hace que vuelva a la realidad. El sacerdote que oficia la misa, que, por cierto, es el mismo que nos casó, el padre Henri, termina el funeral de la siguiente manera:
  • ...y para terminar el triste funeral de nuestra hermana Lucy, a la que nunca podremos olvidar, quiero despedirla con una frase de la Santa Biblia. Una frase que sé que le gustaba especialmente. Dice así: "si no lo hacéis así, habréis pecado, y sabed que vuestro pecado os saldrá al encuentro". Esta cita es el versículo 23 del capítulo 32 del libro de los Números.  Descanse en paz, Lucy. Y vosotros hermanos, podéis ir en paz.
     El funeral ha terminado. Me acerco despacio al ataúd de Lucy. Está preciosa. Le tomo la mano, fría y blanca, como la nieve. Me acerco a su cara y le pido perdón. No sé cómo hacerlo, pero espero que, esté dónde esté, ella me entienda y me perdone. Comienzo a llorar desconsoladamente.
     Acerco lentamente mis labios a los suyos y le doy un último beso. Me caigo y me desmayo. Despierto y sé que estoy en mi cama. Miro a mi derecha. El despertador marca las 23:32. Miro a mi izquierda. No puede ser... Es imposible...



Saludos a dos capítulos del final del cuento...

martes, 23 de marzo de 2010

"Philadelphia"

     "Pero ellos dicen que no era un buen abogado, que era mediocre. Y el hecho de que le dieran a él el pleito más importante que habían tenido nunca para uno de sus mejores clientes, dicen que no demuestra nada porque aquello era sólo una prueba. Lo que ellos llaman la zanahoria. Para ver si era capaz de estar a la altura. Bien, muy bien, pero si tengo que enviar a un piloto a territorio enemigo y pilota un avión que cuesta 350 millones de dólares, ¿a quién voy a montar en ese avión? ¿A un principiante que no da el nivel, porque quiero saber si será capaz de superar el reto? ¿O voy a confiar dicha misión a mi mejor piloto? Al más reconocido, con más experiencia, mi número uno. Realmente al mejor que tenga. Y eso es lo que no entiendo. ¿Puede alguién, por favor, explicármelo? Como si tuviera seis años."

Capítulo 6 del cuento "La Fecha De Mi Muerte" de José Manuel Romero Cervantes:

El Acelerador De Partículas
  • ...Su mujer, Lucy, es una física excelente -hasta aqui nada nuevo, esto ya lo sabía yo- y como lo está demostrando continuamente, el CERN ha decidido que la contratará. El CERN le propondrá hacer un experimento en el que se recrearan las condiciones del Big Bang, a lo que ella no se podrá negar. Este experimento se realizará en un acelerador de partículas y la primera prueba se hará el 21 de diciembre de 2012, la misma fecha, calculada por los mayas y por otras antiguas civilizaciones, en que acabará el mundo. Aunque no lo sabemos todavía con total seguridad, como ya te he dicho, este experimento podría salir mal y generar un agujero negro con la suficiente fuerza como para destruir el sistema solar y todo lo que en él hay. Al, necesitamos tu ayuda.
  • Y se puede saber qué pinto yo en todo esto.
  • Naturalmente eres tú quién debe impedírselo.
  • ¿Y cómo he de hacer eso? ¿Impidiéndole aceptar el trabajo en el CERN? ¿Negándome a que acepte el proyecto del Big Bang?
  • ¿Nunca te has preguntado el precio de una vida? Al, debes matarla.
  • ¿Matarla? ¿Estás loco? ¿Leo crees en serio que voy a asesinar a mi mujer?
  • Debes hacerlo, puesto que el planeta depende de ti. Si le impides aceptar el trabajo, estamos seguros de que te abandonará para poder aceptarlo. Y si intentas que ella no acepte el proyecto del Big Bang, discutireis mucho y, al final, cederás. El único remedio posible es que Lucy muera. Todas las demás opciones acababan en el fin del mundo.
  • Me está pidiendo que mate a mi mujer... -me pongo a llorar amargamente- ¿Y cómo sabes que, una vez que mi mujer este muerta, no se llevará a cabo el proyecto?
  • Porque sólo tu mujer cuenta con los conocimientos necesarios para ello. Cuento contigo. Además, no habrá consecuencias para ti, se culpará a otro, creeme. Pero Al, recuerda que tienes que matarla cuanto antes...



Saludos desde mi salón sin luz...

jueves, 18 de marzo de 2010

"El Ultimátum De Bourne"

     "Tal vez lo haga. Mi regla número uno es espera lo mejor y preveé lo peor. En lo que a mi respecta, Bourne sigue siendo una grave amenaza hasta que se demuestre lo contrario. Sigamos buscando."


Capítulo 5 del cuento "La Fecha De Mi Muerte" de José Manuel Romero Cervantes:

La Habitación 2012
     Lo que me espera tras esa puerta es una incógnita durante milésimas de segundo, pues es lo que tardo en atravesarla. Se cierra tras entrar yo. Busco al señor Willett, pero no ha entrado conmigo. Delante de mi hay un escritorio bastante grande. Tras él hay una gran silla negra, y, sentado en ella, hay un hombre que se dirige a mi:
  • Es un placer conocerle al fin, Albert. Mi nombre es Leo Laurie y yo soy el encargado de la habitación 2012. Mi misión -continúa mientras yo escucho atento, a la par que sorprendido y extrañado- consiste en evitar el fin del mundo en el año 2012.
     Claro, ahora comprendo los números que había en las puertas. Se referían al año en que algo sucedería. Leo Laurie continúa:
  • Según nuestros conocimientos, el 21 de diciembre de 2012, ocurrirá una catástrofe que acabará con el mundo. Aún no sabemos en qué consistirá dicha catástrofe; sin embargo, si conocemos con certeza que no se trata de ningun "apocalipsis extraterrestre". Esto significa que en este hipotétito final del mundo no intervendrían civilizaciones de otros mundos, ni cuerpos celestes, ni nada que se encuentre más allá de la atmósfera. También sabemos que su mujer será una de los artífices de dicho apocalípsis.
     Se me hace un nudo en la garganta... ¿Ha dicho "su mujer"? ¿Qué tendrá Lucy que ver con todo esto?
  • Perdone señor Laurie...
  • Tutéame Al.
  • Está bien. Leo, si no he oído mal, has dicho que Lucy está implicada en ese apocalípsis. ¿No te importaria explicarme que coño tiene que ver mi mujer con todo este asunto?
  • En absoluto Al. Escuche muy atentamente lo que le voy a contar, porque no creo que quiera que se lo repita una segunda vez y, además, no creo que tengamos tiempo para ello. Escuche...



Saludos desde mi sillón azul...

miércoles, 17 de marzo de 2010

Gran Estreno Mundial

     Bueno, ya lo he dicho por tuenti, por facebook y creo que también por twitter, pero por si ha quedado alguna duda, aquí os pongo de nuevo el enlace para ver mi video promocional.


     Por si alguien no entiende las metáforas que yo quiero emplear con la elección de ese monólogo de Al Pacino, voy a explicar algunas de ellas:
  1. He elegido un monólogo porque, salvo cambio de última hora, este blog es un monólogo mio (esto no quita que de vez en cuando alguien ponga algún comentario).
  2. Al Pacino es el Diablo, y yo soy como Al Pacino, por tanto (y conociendo la regla del silogismo hipotético), yo soy el Diablo en este blog.
  3. Todo el monólogo de Al Pacino es una especie de opinión del diablo, y en este blog, entre otras cosas, expresaré mi opinión.
  4. Cuando Kevin (Keanu Reeves) afirma: "Mejor reinar en el Infierno que servir en el Cielo", me encantaría que vierais este blog como el Infierno: no habrá normas estrictas y, como afirma más tarde Al Pacino, "yo tengo los pies en el mundo desde que comenzó este puto juego" (este blog comenzó como un juego (no como un puto juego, pero me vale para hacer la comparación)).
  5. El Diablo afirma que es un humanista ("el último humanista") y yo puedo afirmar que tengo ciertos rasgos de un escritor humanista (no en prosa, pero si en poesía).
  6. Al Pacino también afirma: "Estoy pletórico" y puedo afirmar que yo también estoy pletórico.
  7. El monólogo termina con una afirmación que comparto y que creo que puede ser un pilar importante de este blog. Dicha afirmación es: "Ha llegado mi oportunidad".



     Gracias por escuchar mis, a veces poco humildes, palabras a través de este blog.



Nos vemos en la proxima entrada...

martes, 16 de marzo de 2010

"El Mito De Bourne"

     "Dices eso porque crees que sabes cómo murieron. [...] No lo sabes. Yo querría saberlo. Querria saber que mi madre no mató a mi padre. Y que no se suicidó. [...] Eso no... Tus padres no murieron así. Yo los maté. Fui yo. Era mi trabajo. Fue mi primera vez. Tu padre tenía que estar sólo, pero tu madre apareció de repente y tuve que cambiar el plan. Todo fue distinto, y ahora lo sabes. ¿No es mejor? Cuando alguien te quita lo que amas, quieres saber la verdad. Lo siento."


Capítulo 4 del cuento "La Fecha De Mi Muerte" de José Manuel Romero Cervantes:

La Organización Contra El Fin Del Mundo (O.C.F.M.)
  • ¿El fin del mundo? ¿Qué dure al menos un día más? ... Me voy, no soporto que se rían de mi de esta manera.
  • Era de esperar esa reacción. Permítame que le enseñe la Organización, después es libre de hacer lo que quiera.
  • Estoy seguro de que es una broma, pero para que me deje en paz, le complaceré. A ver, ¿dónde está la dichosa organización?
  • Detrás del muro que se halla frente a nosotros.
     Justo en frente de nosotros se hallaba una pared bastante grande, de ladrillos rojos. El señor Willett se fue directo hacia ella y la atravesó. Yo hice lo mismo. Más tarde me enteraría de que aquella pared de gruesos ladrillos no era más que un holograma generado por una tecnología muy avanzada. Justo después de traspasar la pared de ladrillos, bajamos por una escalera mecánica que, desde arriba, no parecía tener fin. Estoy empezando a creer que todo esto puede ser real. Tal vez si exista la dichosa Organización.
     Llegamos abajo y nos reciben dos hombres muy corpulentos que me cachean rápidamente y hacen identificarse al señor Willett. Tras esto le sigo por una especie de complejo de edificios subterráneos. Nos detenemos frente al más alto. Debe tener algo más de 100 pisos y todo ello se hallaba bajo tierra...
     Entramos, montamos en el ascensor y, para mi sorpresa, no subimos, sino que bajamos aún más, hasta el sótano 23, el último sótano. Este sótano es un auténtico laberinto, si te pierdes en él es muy posible que nadie te encuentre. Para mi consuelo, parece que el señor Willett sabe dónde vamos. Tras pasar por delante de muchas puertas, algunas de las cuales tenían tres números y otras muchas tenían cuatro número identificativos, llegamos a la puerta 2012. Nos detenemos y el señor Willett se dirige a mi:
  • Espere aquí, Albert. Volveré a buscarle en pocos minutos.  
     Asiento con la cabeza. Él entra en la sala y oigo que habla, pero no puedo distinguir lo que dice. Vuelve al cabo de unos seis minutos y me hace entrar.



Saludos desde el escritorio de un estudiante...

lunes, 8 de marzo de 2010

"El Caso Bourne"

     "Puedo darte las matrículas de los seis coches que hay aparcados fuera. Puedo decirte que la camarera es zurda y que el tío sentado en el rincón pesa 98 kilos y sabe defenderse. Sé que el mejor sitio para buscar un arma es la cabina del camión gris de ahí fuera, y que a esta altitud podría hacer un sprint de 800 metros sin que después me temblaran las piernas. ¿Cómo puedo saberlo? ¿Cómo puedo saber eso y no quién soy?"


Capítulo 3 del cuento "La Fecha De Mi Muerte" de José Manuel Romero Cervantes:

James Willett
     "Estimado señor Miller, supongo que ya sabrá quien soy, aunque no conozca mi nombre. Tengo que hablar con usted, a solas, lo antes posible. Insisto en que sea a solas, puesto que trabajo para una asociación gubernamental secreta y lo que tengo que hablar con usted debe quedar entre nosotros. Si desconfía de mi, por su absoluto desconocimiento hacia mi persona, le recomiendo que mire por la ventana y observará a un hombre castaño y bajito que se halla frente a su casa. Salga y sígalo, cuando no haya peligro nos encontraremos.
James Willett"

     La carta es desconcertante. Un completo desconocido que afirma llamarse James Willett y que dice ser de una asociación gubernamental secreta me pide que me reuna con él. No tengo garantizada mi seguridad, pero supongo que no me queda mas remedio que seguirle. Tal vez así consiga que me deje en paz.
     Salgo a la calle y el hombre bajito comienza a andar. Caminamos durante cerca de diez minutos y al llegar a un callejón, desconocido para mi, me dice:
  • ¿Es usted Albert Miller?
  • Sí. ¿Qué quiere de mi?
  • Ya habrá tiempo más tarde para resolver sus dudas, ahora escuche. Mi nombre es James Willett y trabajo para la O.C.F.M., una organización secreta que trata asuntos sobre el nivel del mundo.
  • Perdone pero, ¿se está usted burlando de mi?
  • En absoluto, señor Miller. Nosotros nos ocupamos de que el mundo dure, al menos, un día más...
     Todo esto no tiene ninguna lógica. ¿O este hombre es un loco o yo estoy siendo objeto de alguna broma?



Saludos desde el sofá-balancín de mi piso de Ciudad Real...